Esta
semana os traemos un documental que os hará reflexionar sobre la vida útil de los productos que
compramos y sobre aquellas famosas
frases de nuestros abuelos o de nuestros padres que decían al respecto "en mi
época las cosas duraban más". Antes de nada pensemos
¿cada cuanto tiempo tenéis que cambiar las bombillas en casa? ¿o la impresora
porque ya no os funciona? ¿ o las medias porque tienen una carrera?¿cuanto os dura la batería del móvil?
Algunas
de estas preguntas las ha intentado contestar Cosima Dannoritzer, directora del documental "Comprar, tirar, comprar",
que relata la historia secreta de la obsolescencia programada, el motor de la
economía moderna.
Según
este documental por ejemplo las bombillas diseñadas en 1924 tenían una duración
de 2.500 horas y posteriormente se creó un Comité específico para limitar su
vida a 1.000 horas; se llegaron a comercializar las medias de nylon casi
irrompibles, pero se dejaron de fabricar por una drástica reducción de las ventas. Afirman
además que después de la crisis de 1929 en los Estados Unidos, hicieron una ley
cuya base fue la obsolescencia programada para que los productos tuviesen una
fecha de caducidad y así maximizar los beneficios y generar empleo.
Con
referencia a lo anterior, un caso vivio que existe hoy, es la conocida bombilla
centenaria, que lleva encendida desde 1901 en el parque de bomberos de
Livermore-Pleasanton (California),
se calcula que lleva funcionando 800.000 horas con apenas 4 vatios de potencia. El día a día de la bombilla está siendo grabado por una cámara de video, para conocer exactamente el momento en el que deje de lucir, curiosamente y gracias a la obsolescecia programada, la cámara ha tenido que ser sustituida en varias ocasiones. No os desvelaremos más datos, para que así los podáis descubrir en el documental.
La
directora afirmó en una entrevista para
rtve: "Creo que el
documental confirmó algo que mucha gente ya estaba sospechando: el hecho
de que hay algo más detrás de las vidas, cada vez más cortas, de los productos
de consumo y de la nostalgia de la gente mayor que nos dice que antes duraba
todo más". Extraemos de la entrevista un dato importante acerca de las
medidas que ya se están tomando en países como Bélgica, donde la ley ya exige
que aparezca en la etiqueta del producto su vida útil.
¿será cierto? esperamos tus comentarios.
Fuente: rtve.
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